Dieta

¿Hay mucho riesgo en las dietas milagro?

Nutrición, sobrepeso y obesidad son conceptos interrelacionados y también lo son Diabetes y Obesidad.

Nutrición y diabetes mantienen una estrecha relación, de tal forma que la alimentación que llevamos está directamente relacionada con los niveles de azúcar en la sangre. Nutrición, sobrepeso y obesidad son conceptos interrelacionados y también lo son Diabetes y Obesidad. De ahí que el objetivo de los expertos es conseguir que muy especialmente la persona con diabetes alcance cuanto antes su normo peso, para evitar complicaciones y serios riesgos cardiovasculares.

Lamentablemente la obesidad y la diabetes se están convirtiendo en una verdadera epidemia en España y en todo el mundo. Perder peso no es fácil, ya que se empieza por dietas que salen en revistas, luego se pasa por fases en que se prueban dietas que recomiendan amigos e incluso han hecho caso omiso a las recomendaciones de alimentación de los centros de salud a los que acuden. La pérdida de peso es lenta, desmotiva, se estanca y luego se pasa a una fase en que se hace el efecto ascensor, se sube peso un mes y se baja al siguiente. A ello sumar que con la restricción de calorías se produce un efecto de cansancio importante y si además no se hace de forma correcta o regular, puede conllevar la pérdida de masa muscular. Hay mucho riesgo en esas dietas milagro, de grandes pérdidas de peso en pocas semanas, y se ha de buscar algo diferente, una dieta medicalizada, encontrar el equilibrio entre hambre y salud, que la voluntad de perder peso no sea sufrimiento.

La cirugía bariátrica es una opción en casos de obesidades alarmantes, si bien muchos médicos la desaconsejan y no están a favor de su uso, ya que supone un riesgo importante, ya que en el fondo la cirugía es el fracaso de la medicina. Esta cirugía precisa de un equipo multidisciplinar, es una técnica compleja, y sus resultados no son eficientes en todos los casos, ya que hay pacientes que tras esa cirugía han vuelto a tener sobrepeso. Lo ideal sería probar otras metodologías para alcanzar esa pérdida de peso, apoyados por técnicas psiquiátricas y reforzados por equipos multidisciplinares, y si tras mucho tiempo de pruebas en ese objetivo de perder peso no hay resultados, entonces sí, quizás la única posible solución, pero no segura, puede ser la cirugía bariátrica.

Los problemas metabólicos derivados de esa obesidad, por ejemplo, les condiciona la sensibilidad de los receptores de la insulina. El páncreas segrega una hormona que es la insulina que es la responsable de que la glucosa entre en los tejidos periféricos. Para que esta acción pueda hacerse efectiva, se necesita que el tejido periférico tenga un receptor de esta insulina, y en las personas obesas estos receptores funcionan peor y los tienen en menor cantidad. Otro problema derivado, puede ser el hecho de que tiene más ácidos grasos, que se liberan a la sangre cuando la obesidad es a nivel abdominal, son captados por el hígado y éste a partir de estos ácidos grasos y también de proteínas puede fabricar glucosa que empeora el propio metabolismo de los hidratos de carbono.

El método Pronokal es un método para la pérdida de peso de forma medicalizada y personalizada. Tiene dos objetivos fundamentales: la reducción del peso por un lado y el mantenimiento de ese peso conseguido a largo plazo. Para ello se realiza un programa en tres fases, adelgazamiento, reeducación alimentaria y seguimiento durante dos años. Este método Pronokal es a largo plazo, se trata de que el paciente adquiera hábitos alimentarios correctos, que le permitan estabilizar el peso, y para ello se cuenta con el soporte de un equipo de nutricionistas para lograr ese objetivo. Este método esta pensado para obesidades importantes, cuando sobran más de 25 quilos, cuando el índice de masa corporal sea igual o superior a 30, pero los beneficios de este método a nivel metabólico son importantes incluso para afecciones derivadas como el colesterol y la hipertensión. En pequeñas pérdidas de peso tiene un resultado excepcional, ya que se busca directamente la grasa como fuente energética sin afectar a la masa muscular, con lo que no se descarta para tratamientos estéticos para personas sin graves sobrepesos. Este método nace en el año 1971, se aprueba en 1973 y desde entonces se han tratado más de 30 millones de pacientes en el mundo.

La persona con diabetes y obesidad, tiene que tener por principal objetivo la pérdida de peso y a ser posible prescribirle la práctica de algún tipo de ejercicio físico, abandonar el hábito del tabaco, reducir el consumo de sal, y en general conseguir un patrón de vida saludable y que evite las complicaciones derivadas. La actividad física también forma parte del método Pronokal, siendo importante hacerle un programa específico para su morfología, sobrepeso y edad, ya que está demostrado que esa actividad física reporta beneficios para el organismo más allá de sus efectos sobre la obesidad y su sistema cardiovascular.

Otro método de pérdida de peso es la llamada dieta proteinada, que es un método de prescripción médica, basada en conseguir que esa pérdida de peso se consiga mediante la pérdida de grasa pero no de masa muscular, o sea conseguir mantener esas proteínas en el organismo. Esta dieta persigue suministrar las proteínas necesarias para no perder la masa muscular y limitar los hidratos de carbono y las grasas de una forma controlada, para que no tenga energía para sobrevivir, y el paciente deba recurrir a las grasas de reserva para sobrevivir.

Los cambios endocrinos producidos mejoran la imagen externa e interna de los pacientes, ya que los niveles de estrógenos aumentan, y hay una compensación entre las vitaminas y los minerales, lo que redunda en la salud de la piel, y todo conjuntamente tiene efectos sobre la propia persona que hace que esté más positiva, más eufórica.

La persona con obesidad y con diabetes mellitus, en la primera fase se trata de reducir el 80% de ese sobrepeso, mediante dieta proteinada, y luego fases de reeducación alimentaria, donde se le irán introduciendo y eliminando ciertas familias de alimentos en la dieta, y en ciertas cantidades. Se persigue el equilibrio, que el paciente adquiera hábitos alimentarios correctos, primero con un desayuno completo, luego la introducción de frutas y verduras, luego las féculas y finalmente en último lugar las grasas.

*La información aquí proporcionada no pretende reemplazar ni complementar la consulta y el diagnóstico de su médico.

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