Al salir a la calle generalmente nos da hambre, entonces es muy complicado saber qué o dónde comer, optando por hacerlo en cualquier lugar, con tal de saciar el hambre y continúar con las actividades rutinarias. Sin embargo, varias complicaciones podría traer hacer esto:

En algunos lugares se tiene la costumbre de reutilizar el aceite, es decir, recalentarlo varias veces, lo que podría elevar la presión, ya que este tipo de prácticas liberan polímeros que absorven los alimentos. Sin dejar de lado, que también se producen hidrocarburos con efectos cancerígenos.

Generalmente estos alimentos no son lavados o, en su defecto, lo hacen con agua sucia, lo que aumenta la posibilidad de desarrollar una infección gastrointestinal o parasitosis. Riesgo que crece cuando se toman los productos con las manos sucias, después de tocar dinero.

Sin embargo, pese a las condiciones cómo están hechos, su buen sabor no deja de ser discutible, pues éste proviene de las cantidades exageradas de aceita y sal que se les brinda, lo que podría traer elevación de colesterol, aumento de peso y riesgos en los riñones.

La mayoría de estos lugares no cuentan con un aval de alguna instancia donde haga constar que los alimentos son seguros de consumir, ya que generalmente se usan productos de muy baja calidad o ya caducados.

Sin dejar de lado la importancia en el cuidado de preparación en los mariscos, la carne, la fruta o las verduras, ya que si no se lleva un adecuado proceso podría desatar complicaciones como diarrea o fiebre.

A principios del 2012 se presentaron 939 mil 573 casos confirmados de infecciones intestinales. Recuerden que en la temporada de calor se registran un mayor de casos de infecciones gastrointestinales, esto porque los alimentos pueden echarse a perder con mayor rapidez.