El DEPORTE, un gran aliado de la Diabetes

La diabetes se caracteriza por una eliminación excesiva de orina que, frecuentemente contiene azúcar. También suele producir enflaquecimiento, sed intensa y otros trastornos generales. Y es que la diabetes es, actualmente, una de las grandes enfermedades crónicas que afectan a miles de Guatemaltecos.

Los hábitos de vida actuales, y concretamente el sedentarismo y la mala alimentación, son la causa del incremento del número de diabéticos en todo el mundo, que asciende aproximadamente hasta 250 millones y también se elevará en la población Guatemalteca, miles de personas desconocen está enfermedad, por lo que los expertos insisten en el diagnóstico precoz, en la alimentación sana y equilibrada, y en la educación de los enfermos y de sus familias y en el deporte. Se trata de una enfermedad sobre la que se cuestionaba la indicación de realizar ejercicio físico. Sin embargo, en los últimos años la práctica mayoría de los especialistas en la materia, los endrocrinólogos, apuntan al ejercicio físico como una de las mejores vías para prevenir y combatir esta patología.

La importancia que ya se estaba dando al ejercicio físico como una de las mejores formas de prevenir la diabetes no insulín dependiente. Un estudio, realizado en Hawai, consistió en seguir durante seis años la evolución médica de 6.800 adultos de edades comprendidas entre los 45 y los 68 años. Las conclusiones del trabajo son tajantes: los adultos poco aficionados a practicar deporte tienen el doble de riesgo de padecer diabetes.

Aunque no es la primera vez que se habla en una publicación científica de las excelencias del deporte en la prevención de una de las más frecuentes enfermedades metabólicas, el estudio hawaiano es uno de los más extensos que se han realizado. Los investigadores insisten en que el deporte mantiene la sensibilidad de las células a la insulina y evita que se produzcan transtornos del metabolismo del azúcar. La diabetes y el deporte es “no sólo un buen binomio sino una relación necesaria y a veces imprescindible; un diabético, en general DEBE HACER DEPORTE“. En todas la circunstancias, excepto, cuando hay una cardiopatía, un problema respiratorio, lesiones traumáticas o articulares, en ciertos momentos del embarazo, o cuando las complicaciones de la diabetes o una gran descompensación con cetosis nos lo impidan. En esos casos es PERJUDICIAL. En términos generales, es importante que un diabético realice ejercicio físico porque con el ejercicio, se metaboliza, esto es, se quema en primer lugar la glucosa. Los efectos positivos a corto y medio plazo que experimenta un diabético con la realización habitual de algún deporte es la mejora de su metabolismo y control de la glucosa. A la larga contribuye a mantener el peso adecuado y reduce el exceso de lípidos. Además, mejora el estado psíquico.

Para un diabético, practicar algún tipo de deporte supone una mejora del riego sanguíneo; un aumento del llamado buen colesterol (HDL-c) en sangre así como una reduccirón de los niveles de triglicéridos sanguíneos. Asímismo disminuye la necesidad de insulina o antidiabéticos orales.

¿SON RECOMENDABLES TODOS LOS EJERCICIOS?

Caminar o correr de forma suave, sin realizar cambios de ritmo bruscos, es uno de los ejercicios más recomendables para el diabético. Los deportes que utilizan preferentemente el metabolismo aeróbico, es decir, los de resistencia, son los más adecuados. Atletismo (carreras de fondo), ciclismo o natación, son algunos ejemplos, ya que estos deportes no requieren gastos bruscos de energía sino esfuerzos mantenidos. Los deportes más aconsejables son todos los aeróbicos como correr, ir en bici, futbol, tenis, golf, o simplemente caminar. Menos aptos los anaeróbicos.musculares.

El diabético debe saber que existen algunos deportes prohibidos para él; todos aquéllos en los que la aparición de una eventual hipoglucemia ponga su vida en riesgo (pesca submarina, deportes de motor, paracaidismo...). En todas ellas, un desmayo originado por una disminución de la glucemia podría tener consecuencias fatales. También quedan descartados (debido al riesgo de una lesión vascular) los deportes con traumatismos violentos y repetidos, como boxeo o artes marciales. En general el diabético no debe realizar deportes de riesgo. Es impòrtante que esto no lo olvide. Hay que tratar de reducir siempre el riesgo a una posible hipoglucemia que podrian producir mareos o pérdida de conciéncia.

Según los expertos el ejercicio es una pieza fundamental en el tratamiento integral de la diabetes. La práctica deportiva tiene como consecuencia un incremento en la sensibilidad a la insulina lo cual facilita la entrada de glucosa a las células musculares. De este modo, se logra mantener mejor el equilibrio de la glucosa en sangre (glucemia) y existe una menor necesidad de recibir medicación (antidiabéticos orales) o insulina. El combustible utilizado en estas actividades suele estar representado por los hidratos de carbono (tanto glucógeno muscular como glucosa de la sangre) y grasas. Antes de practicar cualquier tipo de ejercicio físico se recomienda para los diabéticos del tipo 1, tener cuidado para no abusar ante la descompensación cetósica.

“Siempre que se inicie una diabetes 1 habrá que posponer el deporte hasta que el diabético conozca mejor sobre la diabetes. Por el contrario, para el diabético de tipo 2, que suele acompañarse de sobrepeso, es fundamental hacer deporte, siempre que no se den las complicaciones que hemos comentado más arriba”.

Así, un estudio realizado durante ocho semanas en mujeres con sobrepeso, llegar a dar 10.000 pasos al día supone importantes beneficios para la salud, desde mejorías en los niveles de glucosa en sangre hasta la disminución de la presión sanguínea. "Estamos sorprendidos por lo bien que han reaccionado las mujeres que han participado en la investigación ante este reto", señala la doctora Ann M. Swartz, de la Universidad de Wiskonsin-Milwaukee. "Lo más significativo es lo bien que se sentían a las pocas semanas", añade.

La mayoría de las personas sedentarias anda entre 4.000 y 6.000 pasos al día. Aumentar esta cantidad de pasos hasta 10.000 es lo que proponen en la Universidad Americana de Medicina deportiva y en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Ambas instituciones aconsejan reservar, al menos, 30 minutos al día para realizar una actividad física moderada. Aunque ninguna de las mujeres perdió peso durante el tiempo que duró el estudio, sí que vieron cómo mejoraba su tolerancia a la glucosa. Un dato importante, ya que ayuda a prevenir la diabetes. Todos debemos de hacer algo para evitar la diabetes, basta con comer moderadamente y ser un poco activo, no se trata de correr un maratón sino de caminar un poco todos los días.

La mayoría de los expertos coinciden en que practicar un deporte de forma suave y regular trae importantes beneficios para el diabético. Sin embargo, hay que estar prevenidos ante los posibles riesgos que pueda acarrear la práctica de ejercicio físico, para tratar de evitarlos y paliarlos, con las menores repercusiones posibles. Para ello es necesario controlar todos los factores que pueden influir sobre la glucemia (especialmente la dieta y la medicación) y adaptarlos a la actividad que se realizará. De este modo, podremos reducir el riesgo de sufrir descompensaciones de la diabetes. Ante esas complicaciones al hacer deporte es necesario contactar con el endocrino y recordar que cuando la glucosa está muy elevada no sólo no baja con el deporte sino que se ELEVA más.

DEPORTE Y ALIMENTACIÓN

Practicamente dieta y ejercicio son inseparables. La entrada de hidratos de carbono ha de suplementarse con el mayor o menor gasto calórico por el deporte. Se recomienda a los diabéticos que a la hora de realiza el ejercicio, se haga una estimación de la duración, intensidad y gasto calórico además de comer al menos de 1 a 3 horas antes de iniciar el ejercicio; administrarse la insulina una hora antes de la actividad física, evitando las zonas corporales que se vayan a utilizar en dicho ejercicio (los brazos si se va a nadar, las piernas si se va a correr, etc.), y disminuyendo la insulina de forma que su pico de actividad coincida con el inicio del ejercicio. También se aconseja realizar un control glucémico previo al inicio, de forma que si la glucosa en superior no realizar ejercicio y si es inferior tomar un suplemento hidrocarbonado. Asímismo durante el ejercicio y, si éste es intenso y superior a una hora, debe de ingerir tanto hidratos de carbono como líquidos suplementarios cada 30 minutos y realizar controles intermedios, si el deporte lo permite. Después del ejercicio mantener controles glucémicos, incluso por la noche. Finalmente, recomienda aumentar la ingesta calórica hasta 24 horas después del ejercicio en función de la intensidad y duración del mismo y realizar siempre el ejercicio a la misma hora, los mismos días, y con la misma intensidad y duración, de forma que su control sea más fácil, así como el calculo de la dosis de insulina.

Queda claro pues, que tomando las medidas precisas y adecuadas el deporte es hoy un gran aliado de la diabetes, el hecho de que actualmente los jóvenes son más deportistas que antaño. Y, entre ellos, hoy es posible encontrar deportistas de alta competición diabéticos. La única condición es que conozcan el tipo de dieta y la dosis de insulina que deben variar ante esas pruebas. Por eso si a alguien que acaba de descubrir su diabetes que tenga en cuenta que en cuanto conozca su enfermedad y las acciones para controlarse, podrá realizar con excepción de los deportes de riesgo, todos los demás que practican las demás personas, prácticamente sin ningún otro límite. Hay que tener en cuenta que ésta es una de las enfermedades crónicas que se han “instalado” preferentemente entre la población debido a miles de factores. Por eso, un diabético, a cualquier edad, es aconsejable que realice ejercicio físico, siempre que elija el adecuado y exista un previo entrenamiento y unas aptitudes determinadas”.

*La información aquí proporcionada no pretende reemplazar ni complementar la consulta y el diagnóstico de su médico.

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